El Decamerón. Primer cuento

En la Florencia del siglo XIV, un notario llamado Ser Cepparello da Prato, conocido por su vida disoluta y su reputación de ser el peor hombre del mundo, cae gravemente enfermo en Borgoña.

 Ante la preocupación de sus amigos, que temen las represalias de los habitantes locales si Cepparello muere sin confesión, este decide fingir arrepentimiento. Con una astucia diabólica, Cepparello engaña a un santo fraile con una falsa confesión, exagerando sus supuestos pecados menores y ocultando sus verdaderas maldades.

El fraile, impresionado por la aparente piedad de Cepparello, lo declara un santo en su lecho de muerte. Tras su fallecimiento, Cepparello es venerado como San Ciappelletto, y se le atribuyen milagros.

El Decameron Primer cuento

Este primer cuento del Decamerón establece el tono de la obra, desafiando las convenciones sociales y religiosas de la época. Boccaccio utiliza la figura de Cepparello para satirizar la hipocresía y la corrupción dentro de la Iglesia, mostrando cómo la apariencia de santidad puede ocultar la maldad más profunda. La historia también explora la naturaleza humana, con su capacidad para el engaño y la manipulación, y la facilidad con la que las masas pueden ser engañadas por la falsa piedad.

En el contexto actual, el cuento de Cepparello sigue siendo relevante por su crítica a la hipocresía y la manipulación. Nos recuerda la importancia de cuestionar la autoridad y de no dejarnos engañar por las apariencias. También nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la santidad y la forma en que la sociedad construye y deifica a sus ídolos, a menudo ignorando sus verdaderas faltas.

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