La Creación del Hombre por el Lagarto Celestial (Mixtecas)

La leyenda mixteca de la creación cuenta que, en un principio, el mundo estaba en oscuridad. En la cima de un árbol celestial, creció un lagarto majestuoso. Este ser divino, conocido como El Lagarto Celestial, se convirtió en el arquitecto de la existencia. Se paró sobre la tierra, y de su cuerpo brotaron los árboles, las plantas y los ríos. Los animales salieron de su boca y de sus garras. Sin embargo, se dio cuenta de que la Tierra, a pesar de su belleza, estaba incompleta.

El Lagarto Celestial decidió entonces que debía crear a los seres más complejos: los humanos. Tomó un árbol y, de su savia, formó la carne del primer hombre. De una roca, forjó los huesos de la primera mujer. Les dio forma, los hizo respirar y, finalmente, les dio el corazón y el espíritu para que pudieran poblar la tierra. El lagarto les enseñó a sembrar el maíz y a honrar a la naturaleza.

El lagarto se convirtió en un protector silencioso de la humanidad. Es un recordatorio de que somos parte de un todo, creados a partir de la tierra misma y con una conexión intrínseca con el mundo natural. La leyenda de La Creación del Hombre por el Lagarto Celestial es un mito fundacional que enseña a los mixtecas que su origen no está en los cielos, sino en la tierra y la naturaleza.

La Creación del Hombre por el Lagarto Celestial

El Mensaje

La Creación del Hombre por el Lagarto Celestial es una lección sobre nuestra profunda conexión con el mundo natural. Nos enseña que no somos seres separados de la tierra, sino que somos parte de ella. La historia subraya que nuestra existencia es un regalo de la naturaleza, y que debemos honrarla y protegerla, porque en ella está nuestra propia esencia.

Esta leyenda también explora la idea de que la vida surge de la materia inerte. De un árbol y una roca, el Lagarto Celestial creó a los seres humanos. Esto nos recuerda que la vida puede surgir de cualquier lugar. Nos invita a encontrar la divinidad y la belleza en lo cotidiano. El mito, en esencia, es un llamado a la humildad y a la gratitud, recordándonos que todo lo que necesitamos para prosperar ya está a nuestro alrededor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *