La leyenda de la Lanza Sagrada comienza en el Calvario, con el centurión Longinos. Su nombre no se menciona en la Biblia, pero la tradición lo identifica como el soldado que perforó el costado de Jesús con su lanza. No obstante, la leyenda va más allá, sugiriendo que Longinos no era un hombre cruel, sino que padecía de una ceguera parcial y estaba atormentado por su acto. El instante en que la sangre de Cristo brotó y tocó sus ojos, su visión fue restaurada, y en ese momento, se convirtió al cristianismo y proclamó: «Verdaderamente, este hombre era el Hijo de Dios».
A partir de ese día, Longinos se convirtió en un devoto seguidor de Cristo. A lo largo de la historia, la lanza con la que perforó a Jesús fue venerada como una reliquia sagrada, conocida como la Lanza Sagrada o la Lanza del Destino. De hecho, se le atribuyó un poder inmenso: la creencia popular sostenía que quien poseyera la lanza tendría el poder de conquistar el mundo, pero también sufriría una derrota total si llegara a perderla. Su destino, por lo tanto, estaba intrínsecamente ligado al del Imperio Romano y, más tarde, al del Sacro Imperio Romano Germánico.
La leyenda de la Lanza Sagrada se extendió por Europa. A lo largo de los siglos, varios emperadores, desde Constantino hasta Carlomagno y los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, creyeron tener la verdadera lanza. Sin embargo, la historia de la reliquia se entremezcla con las intrigas políticas y las guerras, ya que la posesión de la lanza se consideraba un símbolo de legitimidad y poder. La leyenda nos enseña que el verdadero poder de la lanza no residía en su capacidad para otorgar la victoria, sino en su historia, que narra la ceguera que encontró la luz y el arma de la muerte que se convirtió en un símbolo de la redención.

La leyenda de la Lanza Sagrada es una parábola sobre la redención y la transformación. El centurión Longinos, un hombre cuya profesión era la de matar, se transforma por un acto de fe. En este sentido, la historia nos enseña que la redención puede llegar en los momentos más oscuros y a través de los actos más dolorosos. La ceguera de Longinos, tanto física como espiritual, se curó con la misma sangre que él derramó, un recordatorio de que la gracia puede encontrarnos incluso en el momento de nuestro mayor error.
Además, la leyenda de la lanza nos habla sobre el verdadero significado del poder. Los emperadores que la buscaron creían que les daría poder sobre el mundo, pero la historia nos revela que el verdadero poder de la lanza residía en su capacidad de transformar un corazón y de dar vida. Por lo tanto, la historia es una crítica a la búsqueda de poder terrenal y una invitación a encontrar el verdadero poder en la fe y en la compasión. Nos inspira a ver el potencial de transformación en todo, incluso en los instrumentos del dolor.